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¿Quién fue realmente Jack el Destripador?

Hay personas que están dispuestas a pasar a la historia de cualquier forma, para que el mundo entero les recuerde. Y da igual si es por conseguir un éxito arrollador en una competición deportiva, componer algunas de las canciones más populares del mundo… o marcar tu nombre en la lista negra de asesinos en serie. De hecho, especialmente en la segunda mitad del siglo XX, muchos de los asesinos capturados afirmaban que una de sus motivaciones era aparecer en la prensa. Ser reconocidos era parte de su ritual, ya que solían ser personas con un gran ego. No importaba que todo el mundo acabara odiándoles por sus horrorosos crímenes, ellos deseaban transgredir, llegar más lejos y convertirse en auténticas figuras. De hecho, una vez detenidos y juzgados por sus crímenes, todavía producían fascinación en ciertas mujeres que incluso llegaron a enamorarse de ellos, a pesar de conocer sus fechorías. Y es que los asesinos en serie cuentan en muchas ocasiones con un halo de fascinación que resulta hipnótico y en cierta medida preocupante.

¿Por qué nos atraen tanto esos programas sobre crímenes y asesinatos? ¿Por qué este tipo de figuras se han mantenido a lo largo de los años casi como personajes de culto, llegando a ser exculpados por parte de la sociedad? Los asesinos en serie no dejan de ser, en realidad, una encarnación sublimada del mal, un mal que al fin y al cabo convive entre nosotros, pero que no llegamos a entender. De hecho, por más que la psicología, la sociología y demás ciencias sociales hayan intentado explicar el comportamiento de estas personas, las conclusiones son difusas. Problemas mentales, abusos en la infancia, traumas imposibles de resolver… No es que se justifique a estos asesinos, es solo buscar una explicación a sus crímenes, y por qué todavía nos resultan interesantes, si son tan escabrosos. El caso de Jack el Destripador, uno de los primeros asesinos mediáticos de la historia, todavía sigue coleando más de un siglo después de sus crímenes. ¿Se sabe ya quién estaba detrás de ese personaje que mantuvo a Londres aterrorizada a finales de 1888? Existen muchas teorías, pero parece que ninguna es del todo definitiva.  

El asesino más famoso de Gran Bretaña

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No es que sea un título que haya que llevar realmente con orgullo, pero es cierto que Jack El Destripador es considerado, con diferencia, el asesino más famoso de Gran Bretaña. Si bien los norteamericanos ya superaron con creces las fechorías del asesino victoriano durante el siglo XX, y en Gran Bretaña sigue habiendo también monstruos capaces de todo, la fama de Jack sigue estando por encima.

Es un mito, para algunos literalmente, ya que incluso hoy se pone en duda la existencia de tal asesino. Los crímenes que se dieron en 1888 en Londres, particularmente los del barrio de Whitechapel, conforman uno de los casos más extraños de la historia de la criminología. El de un asesino que se burlaba de todos a través de los medios y las cartas a Scotland Yard, y que en apenas unos meses logró inscribir su nombre para la posteridad.  

Prostitutas, sus víctimas favoritas

Para analizar el caso de Jack el Destripador, lo primero que debemos conocer es el contexto histórico del momento en el que se producen estos crímenes. Tenemos una Londres victoriana envuelta en bruma y niebla, una ciudad que estaba intentando despertar de su letargo, y que acogía, y esto puede ser importante, a muchos inmigrantes de diferentes puntos del mundo. La zona de Whitechapel era reconocida como una de las más insalubres de la ciudad, ya que pertenecía, como se suele decir, a los bajos fondos. Los crímenes eran habituales en esta zona, así como la prostitución y la pillería. Tal vez por eso las víctimas favoritas del supuesto asesino eran prostitutas, mujeres que trabajaban en la calle y a las que era fácil tener acceso.

Además, estas víctimas no iban a ser tan importantes para Scotland Yard, debido al clasismo que todavía se mantenía en la sociedad de la época. Todas ellas aparecían mutiladas, con cortes certeros en la garganta, mutilación en el área genital y desfiguración del rostro. Dentro de los asesinatos aludidos a Jack El Destripador encontramos solo cinco de los once crímenes que se dieron en aquel periodo de tiempo, finales de esa década, en Whitechapel. Otros crímenes también pueden coincidir, en mayor o menor medida, con lo visto en esos asesinatos, pero al ser diferentes en forma no entran dentro del “canon”. Sea como fuere, el asesino demostró una saña especial con este tipo de mujeres, y se especuló que una de sus motivaciones también fuera religiosa o moral, yendo contra el “pecado” en las calles.  

Teorías sobre su identidad

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En medio de los crímenes y asesinatos, el supuesto Jack mandaba misivas a Scotland Yard para asegurar que jamás sería capturado. Estaba retando a las autoridades, y lo peor es que el plan le estaba saliendo de maravilla. Cuando los asesinatos cesaron, todavía no existía un solo candidato real para ser juzgado por esos crímenes. Muchas han sido las teorías que se han dado en torno a la personalidad del criminal, desde el momento de los asesinatos. Algunos aludían a un médico o a un cirujano, por la precisión de los cortes que mostraban los cuerpos de las víctimas. Se apuntó incluso al propio médico de la Casa Real, como parte de un complot en el que estaría involucrada laReina, en busca de acabar con ciertas mujeres que habían acudido recientemente a la corte. Se mantuvo sospechosas sobre más de un centenar de individuos, casi en su totalidad varones.

Se pensó también que Jack el Destripador pudiera ser, en realidad, más de una persona realizando estos crímenes de manera totalmente aislada. Una de las últimas teorías en tomar fuerza, apuntada incluso en un documental de la BBC, señala a Aaron Konsminski, un barbero polaco de 23 años que residía en Whitechapel en aquel momento. Este hombre sería detenido en 1891 después de ser acusado de un crimen contra una mujer de la alta sociedad. Fue recluido en un hospital psiquiátrico, al demostrarse que tenía problemas mentales. Su fisonomía encajaba con la del posible asesino, y su oficio como barbero le permitía tener buen pulso para realizar las incisiones y los cortes. Además, se encontró un chal con ADN que podría ser el mismo que el encontrado en otra de las víctimas…  

Un misterio que sigue sin resolverse

Si bien la teoría del barbero polaco parece coger fuerza, muchos avisan de que a estas alturas resultará prácticamente imposible resolver el misterio de Jack el Destripador. Si la policía de la época hubiera contado con medios actuales, seguramente el crimen se habría resuelto de una forma rápida.

Sin embargo, las capacidades de Scotland Yard no eran tan buenas en lo que a análisis de restos se refería, y eso jugó a favor del asesino. El misterio sigue vivo y seguramente sea eso lo que nos fascina tanto acerca de la historia del Destripador, un asesino que ha pervivido, como leyenda, a través de más de un siglo de rumores y conjeturas.

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